A continuación, repasamos los errores más frecuentes al decorar el living y ofrecemos consejos para evitarlos y lograr un espacio equilibrado, cómodo y con personalidad.
Uno de los errores más habituales es comprar muebles o accesorios sin una planificación previa. Muchas veces nos dejamos llevar por una oferta o por un objeto que nos gusta, sin pensar en el espacio real disponible ni en la armonía general.
Cómo evitarlo:
Antes de salir de compras, conviene medir el living, hacer un plano básico y definir un estilo. Esto permite elegir muebles proporcionados al espacio y que combinen entre sí.
El living debe invitar al descanso y la convivencia. Sin embargo, es común llenarlo de muebles grandes, demasiados cuadros, cojines o adornos que terminan generando una sensación de caos visual.
Cómo evitarlo:
Optá por la regla de “menos es más". Elegí pocos muebles, pero funcionales, y accesorios que sumen carácter sin sobrecargar. Los espacios vacíos también aportan equilibrio.
La iluminación es clave para resaltar la decoración y generar un ambiente acogedor. Un error frecuente es depender de una única lámpara central en el techo, lo que suele dar un efecto frío y poco atractivo.
Cómo evitarlo:
Combiná distintos tipos de luz:
Un living abarrotado de muebles o mal distribuidos puede dificultar el paso y hacer que el espacio se sienta incómodo.
Cómo evitarlo:
Dejá al menos 70-80 cm libres entre los muebles para permitir una buena circulación. Ubicá los sillones y mesas de manera que no obstruyan puertas ni ventanas.
Las alfombras no son solo un accesorio decorativo: delimitan espacios, aportan calidez y ayudan a unir los distintos elementos del living. Un error común es elegir alfombras demasiado pequeñas o no usarlas en absoluto.
Cómo evitarlo:
La alfombra debe ser lo suficientemente grande para que al menos las patas delanteras de los sillones queden sobre ella. Esto genera unidad y equilibrio visual.
Aunque es una costumbre muy extendida, ubicar todos los muebles pegados a las paredes no siempre es la mejor opción. Esto puede hacer que el espacio se vea frío o desaprovechado.
Cómo evitarlo:
Si el tamaño del living lo permite, animáte a separar los muebles de las paredes y crear áreas de conversación más acogedoras. Incluso un pequeño cambio en la ubicación puede transformar el ambiente.
Un error común es mezclar demasiados estilos sin coherencia: un sofá moderno con una mesa rústica, lámparas industriales y accesorios clásicos, todo en un mismo ambiente. Esto genera desorden visual.
Cómo evitarlo:
Elegí un estilo principal (nórdico, minimalista, rústico, clásico, contemporáneo, etc.) y podés sumar toques de otros, pero siempre respetando cierta coherencia en colores, materiales y formas.
El color es determinante para la sensación que transmite el living. Muchas veces se eligen tonos demasiado oscuros que reducen la luminosidad, o combinaciones estridentes que cansan a la vista.
Cómo evitarlo:
Definí una paleta de colores equilibrada: